A veces, escondida tras una sonrisa, se parapeta un dolor sórdido, viejo y conocido, que se camufla entre los inexistentes pliegos faciales.
Es entonces cuando no se escucha a nada ni a nadie, la mirada se queda varada en un punto fijo, inmóvil, y un dolor repentino pincha nuestros ojos, arrancando unas falsas lágrimas que recorren un camino ya surcado.
Ahí, como vivos muertos, no siendo nada, sentimos el peso cotidiano de la decepción, de las pequeñas batallas diarias perdidas.Pensamos en lo que pudiéramos haber sido y que ya nunca seremos, y serenos, aceptamos que menguamos a cada segundo, y, que ya, nada podemos hacer para cambiar lo que hicimos.
Decidimos olvidarlos o crucificarnos, aprender de ellos o reprendernos, liberarnos o aferrarnos a nuestros errores. Decidimos, en ese mismo instante, vivir o condenarnos.
Independientemente de lo que decidamos, seguiremos dedicando falsas sonrisas a la vida.
Virtudes Montoro López © 2011
Un placer encontrar entrada nueva en el blog después de la sequía a la que nos obligaste. Gracias, es magnífico!!
ResponderEliminarMuchas gracias Leire, un lujo tener lectoras como tú. Un abrazo
ResponderEliminarCómo hemos tenido que aprender a pintarnos la sonrisa en la cara... Tus palabras son como poros de mi propia piel, tan mías al leerte, tan reconocidas.. Me encanta esta entrada, como todo lo que escribes. Un beso, querida, Virtu.
ResponderEliminarMuchas Gracias querida Sahida, un honor, como siempre, tus palabras. Un beso inmeso
ResponderEliminarMuy bueno el texto, bastante reflexivo. Es difícil a veces nadar contra corriente, luchar sobre cosas que al fin y al cabo sólo tengamos que dedicar falsas sonrisas. Saludos Virtudes
ResponderEliminarMuchas gracias Jorge n, un abrazo fuerte. Gracias de nurvo.
ResponderEliminarMadre mía, que precioso! Lo he saboreado desde el comienzo hasta el final. Encantado de conocerte, aquí y en facebook. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias Diego, para mí también es un placer leerte y seguirte. Besos!!
ResponderEliminarArrepentirse es casi lo mismo que nacer de nuevo. Odiar al pasado, también.
ResponderEliminarBesos.
Nunca seremos cínicos. Solamente deseperados.
ResponderEliminarBesos.
hay un pensamiento rodeando el surco conocido. Está cerca de dividirse en el punto y final.
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