Cuando aprendes que el amor duele,
que marchita y que a la vez regenera,
que te salva y que te
condena
Cuando aprendes que te arrastra,
que te somete y te vapulea
que te enquista y enferma
Cuando sabes que te encarcela,
que te priva de calma
pero que sólo su nombre te libera
Cuando aprendes que eres
hoja
a merced de su desaliento;
es entonces cuando entiendes
que amas a pesar del
dolor
y por el dolor,
que amas a pesar de todo
y por encima de todo.
Virtudes Montoro López © 2012
¿Hay acaso algo más fuerte que el amor incondicional? Tu poema nos dice que no. Hermoso Virtu, saludos
ResponderEliminarAmar es el verbo más exquisito de todo el idiona castellano. En negritas y cursiva.
ResponderEliminarBs.
Yo también he padecido el amor... En sus facetas más crueles, aún así dejo mi puerta abierta por si quiere colarse en mi casa. Bs.
ResponderEliminar