Me pides que te de
tristeza,
pero sólo soy un caracol feliz
reptando por entre
los dedos de tu pie
Me pides que te de saliva, cuando ya sabes
que la tienes toda dentro, bullendo
acorazada y denostada entre mis piernas
Agarro, por un momento tu rostro:
Mítico semblante de actor de cine,
y aun no queriendo, me pierdo
entre parecidos razonables
Y como niños fugaces nos reconocemos:
Intacto juguete, instantánea ludoteca sexuada
abierta treinta horas al día: Accesibilidad asegurada
Me pides ser boomerang libre,
y te pienso: Oblicuo recorrido, y te pido,
sólo te pido, que me
cuentes el recorrido
y que vuelvas, o mueras, en mi vientre
Me pides, y te pido, me desarmas y me compones
como cómic inconcluso, como titubeante espera,
me trago lo que te quiero, para que nunca lo sepas.
Virtudes Montoro López © 2013
Virtudes Montoro López © 2013