A veces no es nadie, imperdible mohecido
desecho orgánico putrefacto,
a veces no es nada, oxígeno carbónico desmemoriado
aliento en una cuneta.
A veces, no siempre, se apaga,
se encierra en mi burbuja imantada.
A veces se queda sin esperanza,
sin órganos que latan, impávido
se extirpa el cuerpo y habita el vacio,
observa la vida que pasa
y no dice nada.
Hoy es a veces
Mañana será a veces,
Siempre es a veces.
Se deja llevar en dirección
al vacio en mi burbuja:
código postal impávido
número primo al cuadrado
callejón sin salida
Virtudes Montoro López © 2010
no, señora, nada de sin salida, las puertas cerradas acaban por abrirse
ResponderEliminaraquí estoy :)
bs
Madre mía, qué decir. Se siente un peso,algo muy especial en tu estética, en el cuerpo de tus versos. Gracias por regalar esta entrada
ResponderEliminarMuito boa a sua poesia, Virtudes.
ResponderEliminarTanto aqui, em versos livres, como no poema anterior, Alhama, em decassílabos rimados, sua sensibilidade aflora com criatividade e domínio técnico.
Gostei. Virei mais vezes.
Um abraço
Un abrazo enorme para ti Santiago, Fran y Tuca, muchas gracias por leerme y comentarme.
ResponderEliminarQué hermoso, vecina. Casi si nos asomamos a la ventana podemos vernos y no sabemos nada el uno del otro. Así es la vida. Somos capaces de escribir a personas del otro lado del mundo y Las Gabias puede resultar demasiado lejos. No importan. Ya no. Te leeré. Me gusta lo que escribes y hay que perder el miedo a las palabras y al propio miedo, que es el peor y echarse a la calle, aunque sea esta cibernética y hablar de lo que uno siente o quiere. Un beso, vecina
ResponderEliminarAntonio, vecino, qué honor que vengas a mi burbuja.
ResponderEliminarQué lejos y qué cerca estábamos, es curioso sí, pero como tú dices, y por caprichos del destino (he leído un comentario tuyo en el blog de Fran, y no sé por qué he decidido ver tu perfil y es cuando he visitado tu blog)ya estamos ciberconectados.
Te mando un enorme abrazo Antonio, te leeré, no tengo la menor duda.
Estas sin estar
ResponderEliminaradelantas y retrocedes
llegas y te vas.
Por donde salir?.
La salida quizá está en la misma entrada, besos enormes Natividad.
ResponderEliminarEstá bien. A veces sucede que, a fuerza de ser ignorado, uno acaba ignorándose a sí mismo.
ResponderEliminarPero también queda todo eso que está a la vuelta de la esquina, todo lo que nos queda por vivir.
¿O no?
That's the question
Gart "el paraiso a la otra esquina", (por cierto excelente libro de Llosa), siempre se nos aparece impoluto y por descubrir, o eso creo.
ResponderEliminarSaludos.