Reinas aladas, maltrechas y sin corona
por vosotras hoy, me transformo monárquica
Reináis en aceras, filos, y lomas
Y sobre asfaltos convertidos en negra vida
Me esmero en no pisotearos, sus altezas,
princesas de lo extraordinario en búsqueda
sexual, y como loca transeúnte, hoy, ebria
parezco. Mas, no os haré ninguna queja,
por vosotras,
reinas aladas, maltrechas y sin corona.
Los machos con alas emergen de las pupas junto con las hembras fértiles, también aladas (aunque algunas especies, como las hormigas guerreras, tienen reinas sin alas), y no hacen nada durante su vida aparte de comer y aparearse. La mayoría de las especies de hormigas son univoltinas, y producen una nueva generación cada año. Durante el periodo de apareamiento, que varía dependiendo de la especie, los machos y hembras alados salen al exterior (generalmente los machos lo hacen antes que las hembras) en el llamado vuelo nupcial. Los machos utilizan señales visuales para buscar un lugar de apareamiento común donde convergen otros machos; entonces secretan unas feromonas para que acudan las hembras. Las hembras de algunas especies se aparean con un solo macho, pero las de otras lo hacen con varios machos.Las hembras que se han apareado buscan después un lugar adecuado para empezar una nueva colonia; allí se arrancan las alas y empiezan a poner los huevos y a cuidarlos. Las hembras almacenan el esperma que obtienen durante su vuelo nupcial para fertilizar de manera selectiva los futuros huevos. Las primeras obreras que nacen son débiles y más pequeñas que las que nacen con posterioridad, pero empiezan a servir a la colonia inmediatamente; amplían el hormiguero, buscan alimentos y cuidan de los otros huevos. En la mayoría de las especies, es así como se forman las colonias. En las especies que tienen varias reinas, una de ellas puede abandonar el hormiguero, junto con algunas obreras, para fundar una nueva colonia en otro lugar. Hölldobler y Wilson (1990), pp. 143-179
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