Las casas frías me dan espanto,
como las que cierran sus ventanas
Las que no tienen ningún cuadro
o las que cientos de éstos amasan
De las casas silenciosas, pánico
y de las que gritan y maldicen
y se llenan de flores de plástico
Odio las que plastifican todo
desde los sillones a los hijos
A las de pomos falsos de oro
y a las de tul y suaves visillos
Las casas que guardan las vajillas
para propósitos especiales,
tan patéticas como las sillas
que esperan posaderas reales
Las que cuelgan rígidos pimientos
cuando secos se fríen, me fascinan
especiando un olor tan verdadero
como el que me acompañó de niña.
En la casa de mi infancia no había vajillas nuevas,
ni pomos de falso oro, ni plastificadas hortensias.
Mi casa era caliente porque nos abrazábamos los pies en el brasero
y porque nos atizábamos bien, los cinco hermanos mosqueteros.
En mi casa había muchas ollas bullendo de caldos de huesos,
y las sillas se rompían por el uso de nuestros cuerpos.
Sólo había un cuadro, tan grande como la pared entera
con un paisaje recortado por un burro cargado de almendras.
A la casa de mi niñez vuelvo una y otra vez,
y aunque fui tan infeliz, no tengo, ni quiero,
otro sitio donde ir.
Virtudes Montoro López © 2011
En las casas del espanto la hoguera es la que se hacer llamar hogar.
ResponderEliminarBss.
Me transporté a la casa de mi infancia, aquella comuna donde el eje era mi abuela y vivíamos todos juntos: madres, tías, mis primos que son mis hermanos... Me emocionó de verás Virtu... Un beso!
ResponderEliminarGracias Leire con cinco meses de retraso por tu precioso comentario. Me hace mucha ilusión leerte hoy. Un beso!!!
Eliminarme recordó a las historias que cuenta mi madre de su infancia en la casa de mi abuelo, donde se coció quizás ese desasosiego que enraizó en nuestros corazones...y me recordó tantas y tantas casas que odio donde todo esta al servicio de las apariencias y no de las personas que la habitan....
ResponderEliminarenhorabuena, besotes
Gracias German, me alegra que te hayas transportado a los recuerdos de tu mamá, sí, quizá allí, en cada hogar, se cocina nuestro devenir. Muchas gracias German, besos enormes!!!
ResponderEliminarhola guapa! enhorabuena, espero que seas la ganadora, ya que la realidad y lo que, en el fondo desea todo el mundo es tener o volver a estas casas, que como siempre hemos dicho, "con calor de hogar". Un beso fuerte y mucha mierda
ResponderEliminarGracias Mª Cruz, amiga, muchas gracias. Tuvimos la suerte de criarnos en casas bulliciosas, y llenas de ese calor que describes. Un beso enorme, el premio ya está fallado, y soy finalista, hay tres ganadores, y yo soy la segunda finalista. Un beso enorme!!!
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