jueves, 27 de octubre de 2011

Las esquelas que no leímos


Alzo el cuello, como un cisne arrogante,

ahora, cuando nos comimos todas las esquinas

Desde una distancia de seguridad te lanzo el guante

mientras en el aire huele a rumiadas tizas


No hubo ocasión de contarte,

ni leer arrejuntados las esquelas

no tuve, por mi bien, que consolarte

ni tú, por el tuyo, ponerme treinta seis velas


Quería tan sólo decirte

que me he vuelto abstemia y no fumo,

que me cuido, sin propósito, pero que sobre todo

ya no te busco.


Virtudes Montoro López © 2011

miércoles, 26 de octubre de 2011

Rímel


Impolutos, salimos peinados por el viento, el rímel (en algunos transparente), nos mitifica las pestañas que como arcos se proyectan en una fútil mirada. Ésa que, algunas veces, se infantiliza, e improvisadamente nos deja ver la realidad tal y como es. Ésas, que, todavía tienen la capacidad de asombro ante lo cotidiano.

Impolutos, despeinados por el tiempo, atrasados, vamos restando días mientras el rímel corre, en algunos, color negro azabache, por la comisura de unas lágrimas transparentes. Ésas que nunca vertemos por miedo al miedo, ésas que se conjugaron antes de ser agua y sal y que nos enjuagaron el metálico corazón, ése que apenas nos late.

Impolutos, somos lo que no queremos ser, nos inventamos palabras para definir lo que no somos, pero que creemos ser, y mientras restamos creemos que sumamos. Distorsionamos lo que vemos inventándonos lo que no existe. Y con esa felicidad parda, nos esmeramos en ponermos rímel; negro azabache o transparente.



Virtudes Montoro López © 2011