viernes, 30 de diciembre de 2011

Descuartizo las palabras en versos


Descuartizo las palabras en versos,

las desmembró de su significado

y así, mutiladas, sangran hasta tu sexo:

punto exacto de mi predicado



De tu silente murmullo te las arranco;

prosa susurrada en antiguos verbos,

éstos que me han arrastrado

hasta la fosa de los impronunciables besos



Con mi osamenta fibrosa me enhebro

como hilo carnoso, para coserte una nueva piel:

con las palabras que me inventé en silencio

con las palabras que jamás pronuncié



jueves, 15 de diciembre de 2011

CASAS


Las casas frías me dan espanto,

como las que cierran sus ventanas

Las que no tienen ningún cuadro

o las que cientos de éstos amasan


De las casas silenciosas, pánico

y de las que gritan y maldicen

y se llenan de flores de plástico


Odio las que plastifican todo

desde los sillones a los hijos

A las de pomos falsos de oro

y a las de tul y suaves visillos


Las casas que guardan las vajillas

para propósitos especiales,

tan patéticas como las sillas

que esperan posaderas reales


Las que cuelgan rígidos pimientos

cuando secos se fríen, me fascinan

especiando un olor tan verdadero

como el que me acompañó de niña.


En la casa de mi infancia no había vajillas nuevas,

ni pomos de falso oro, ni plastificadas hortensias.

Mi casa era caliente porque nos abrazábamos los pies en el brasero

y porque nos atizábamos bien, los cinco hermanos mosqueteros.

En mi casa había muchas ollas bullendo de caldos de huesos,

y las sillas se rompían por el uso de nuestros cuerpos.

Sólo había un cuadro, tan grande como la pared entera

con un paisaje recortado por un burro cargado de almendras.

A la casa de mi niñez vuelvo una y otra vez,

y aunque fui tan infeliz, no tengo, ni quiero,

otro sitio donde ir.



Virtudes Montoro López © 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

CEGUERA BLANCA


Se me detienen las emociones, todo gira entorno mía, todo menos yo. Inmóvil y carente de todo vestigio de supervivencia, me dejo arrastrar por la masa uniforme de superfluos sujetos, hacia donde no existe emancipación, aunque así lo creamos, la masa y yo.

Observo cómo ese gentío almacena sin control, cómo se creen propietarios de sus vidas, mientras siguen el señuelo prometido de una estrafalaria publicidad carcelaria. Y sigo sin más remedio en esa corriente, sin ánimo de salirme, ni de sentirme diferente.

Me deslizo por aceras de cristal y escaparates opacos, en el mismo instante que una ceguera blanca, la que profetizó Saramago, se apodera de cada uno nosotros, seres ciegos, torpes y malhablados.

Decido ahogarme en mi propia letanía, y sin más solemnidad que la de una lágrima fugitiva, me sepulto en asfalto y en las luces intermitentes de una zapatería.

Y ahora, como fantasmal transeúnte, a coro con mis congéneres, y bajo mis botas nuevas, miro arriba, a las luces de neón prostituidas y comienzo a tatarear “wishing you a Merry Christmas and a Happy New Year”, mientras os pisoteo, os empujo y a la vez, os dedico un falso “¡Feliz Navidad!”.



Virtudes Montoro López © 2011