viernes, 15 de octubre de 2010

Me veo, a gritos, llorándote.


Anudé la foto fija de tus ojos

a los míos; inquietos y encriptados.

Tan solo podían ver un techo negro;

desconocido, opaco e inmóvil.


Me encorseté entonces en tu frío cuerpo

vi como se resquebrajaba mi sangre

y mis huesos en dolor se derretían,

sentimos la humedad de lo estéril.


Así me quedé en ti cuando ya no eras.

Por ti, en ese espacio desoxigenado,

desmemoriado y pulcro habitáculo

que cubría todo lo que nunca serás.


Tras el vitral vi reflejado mi rostro,

en un súbito segundo te abandoné,

pude ver tu amarillento cuerpo solo

me pude ver, me veo, a gritos, llorándote.


A mi hermano Emilio.


Virtudes Montoro López © 2010

4 comentarios:

  1. Sobrecogedor.
    "Bajo un rayo de sol/En el archivo de nuestras mentes/Los sentimos y los vemos/En un mar de flores azules".

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  2. Tremendo. Sólo una gran escritora puede llorar con los versos. Un saludo y espero que ganes en el concurso de poesía

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  3. Hermoso como creas un escenario bien descriptivo, sobre un hecho dramático. Te sigo.

    Saludos

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  4. DESVANECENCIA


    Ya los recuerdos no se activan
    con la prontitud de ayer.
    Te distancias de mí al sumar los días.
    La rutina muele tu rastro, sin pausa.
    El viento lleva tu olor a la deriva.

    Curiosamente hay olvido.
    Tu cara ya no está, ni tu voz.
    Saberte lejana no me toca.
    Es insípida tu imagen. Se fue tu tiempo.

    Quizás ya no soy aquel
    que hace tanto te amó desde un abismo,
    el delirante en la noche,
    mendigo de tu piel.

    Nada sé hoy de tu alegría.




    anuar bolaños.

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